El llanto de la caracola
…Tres días de duelo, tres días de un artero crimen que no tiene respuesta. Tres días donde la ausencia de Gisela Mota es evidente que habrá de generar más confusión y tristeza.
Sharat Sánchez B.
¿A quién beneficia su muerte?...quien o quienes fueron los autores intelectuales?...Nadie lo sabe, lo cierto es que Morelos vivirá desde ahora la situación más crítica y grave de inseguridad en toda su historia.
La ausencia de seguridad irá in crescendo, ya no se trata de control de plaza, porque el control ya existe desde hace varios años. La cuestión desde el punto de vista personal del que escribe, es netamente política.
Hoy, el Congreso del Estado abrió sus puertas para recordar a una mujer luchadora social que fue acribillada en su casa, a una alcaldesa que no llego a gobernar, a una mujer que se perfilaba como la posibilidad de que el municipio de Temixco tuviera un mejor y nuevo gobierno.
Fueron las mujeres morelenses las que alzaron la voz, las que condenaron el asesinato de Gisela Mota, ahí en el Palacio Legislativo, se rindió un homenaje a la desaparecida presidenta municipal de Temixco, Gisela Mota Ocampo, fue recordado su trabajo y la huella que deja en la política de la entidad, por parte de los diputados de la LIII Legislatura.
La presidenta de la Junta Política y de Gobierno, Hortencia Figueroa Peralta, recordó y reconoció el trabajo realizado por parte de Gisela Mota Ocampo durante su trayectoria política, y subrayó su intención de mejorar las condiciones del municipio de Temixco.
Al lamentar el artero atentado en el que perdió la vida, manifestó su pesar porque hayan sido jóvenes quienes presuntamente lo perpetraron, ya que Gisela siempre se destacó por trabajar a favor de este grupo de población.
La coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, diputada Norma Alicia Popoca Sotelo, lamentó también lo sucedido a la alcaldesa de Temixco, y al declarar que hoy en día la política se encuentran de luto, mostró su indignación y repudio a este cobarde acto.
Al tiempo de exigir justicia para la familia Mota Ocampo, la diputada Popoca Sotelo reconoció que en nuestra entidad se viven tiempos difíciles y que este hecho es una afrenta al estado de Morelos.
Juanita Ocampo, madre de Gisela entre lágrimas exigió justicia por el asesinato de su hija, y dijo esperar que este acto sea un punto de inflexión para que las cosas en Morelos puedan cambiar para mejorar.
En el evento realizado en el lobby del Congreso del estado, asistieron entre otros, los padres de Gisela Mota, los diputados Julio Espín Navarrete y Francisco Navarrete Conde, la senadora Martha Tagle, la consejera presidenta del IMPEPAC, representantes del Instituto Morelense de la Mujer e integrantes de diversas organizaciones no gubernamentales.
Lo más impactante –para el que escribe- fue vivir ese ritual de luto, no de muerte, el olor a incienso, el sonar del teponascle, las veladoras en el piso, y el dolor reflejado entre las asistentes y sobretodo el sonar de la caracola, el homenaje de Gisela Mota fue un grito de justicia, una exigencia al gobierno de Morelos, el reclamo general, “Justicia para Gisela, porque Gisela somos toda/os”.
Fueron muchas veces que sonó la caracola en manos de Martha Solé, en cada sonar se fugaron las lágrimas contenidas, fue un llanto imaginario que se dejó escuchar en este homenaje luctuoso ante la ausencia de la mayoría de diputados, solo se dejaron ver, Julio Espín, Hortencia Figueroa, Norma Alicia Popoca, y un intruso zángano consejero de un elefante blanco de carácter electoral que quiso darnos una absurda semblanza de Gisela.
La presencia de Gisela Mota se sintió, principalmente entre quienes la trataron, Jesica Rivera, Anastasio Solís, Leonardo Arana, y por ahí, Amada Paredones, la regidora Karla Jaramillo, Adriana Mujica, así como reporteros y camarógrafos, el dolor se generalizó mientras las mujeres en su mayoría de negro, sentadas escucharon lo mucho que se extraña a la amiga, la diputada y alcaldesa, mientras el que escribe se lleva en la mente esas dolorosas escenas donde aún suena y se escucha el llanto de la caracola….
¿A quién beneficia su muerte?...quien o quienes fueron los autores intelectuales?...Nadie lo sabe, lo cierto es que Morelos vivirá desde ahora la situación más crítica y grave de inseguridad en toda su historia.
La ausencia de seguridad irá in crescendo, ya no se trata de control de plaza, porque el control ya existe desde hace varios años. La cuestión desde el punto de vista personal del que escribe, es netamente política.
Hoy, el Congreso del Estado abrió sus puertas para recordar a una mujer luchadora social que fue acribillada en su casa, a una alcaldesa que no llego a gobernar, a una mujer que se perfilaba como la posibilidad de que el municipio de Temixco tuviera un mejor y nuevo gobierno.
Fueron las mujeres morelenses las que alzaron la voz, las que condenaron el asesinato de Gisela Mota, ahí en el Palacio Legislativo, se rindió un homenaje a la desaparecida presidenta municipal de Temixco, Gisela Mota Ocampo, fue recordado su trabajo y la huella que deja en la política de la entidad, por parte de los diputados de la LIII Legislatura.
La presidenta de la Junta Política y de Gobierno, Hortencia Figueroa Peralta, recordó y reconoció el trabajo realizado por parte de Gisela Mota Ocampo durante su trayectoria política, y subrayó su intención de mejorar las condiciones del municipio de Temixco.
Al lamentar el artero atentado en el que perdió la vida, manifestó su pesar porque hayan sido jóvenes quienes presuntamente lo perpetraron, ya que Gisela siempre se destacó por trabajar a favor de este grupo de población.
La coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, diputada Norma Alicia Popoca Sotelo, lamentó también lo sucedido a la alcaldesa de Temixco, y al declarar que hoy en día la política se encuentran de luto, mostró su indignación y repudio a este cobarde acto.
Al tiempo de exigir justicia para la familia Mota Ocampo, la diputada Popoca Sotelo reconoció que en nuestra entidad se viven tiempos difíciles y que este hecho es una afrenta al estado de Morelos.
Juanita Ocampo, madre de Gisela entre lágrimas exigió justicia por el asesinato de su hija, y dijo esperar que este acto sea un punto de inflexión para que las cosas en Morelos puedan cambiar para mejorar.
En el evento realizado en el lobby del Congreso del estado, asistieron entre otros, los padres de Gisela Mota, los diputados Julio Espín Navarrete y Francisco Navarrete Conde, la senadora Martha Tagle, la consejera presidenta del IMPEPAC, representantes del Instituto Morelense de la Mujer e integrantes de diversas organizaciones no gubernamentales.
Lo más impactante –para el que escribe- fue vivir ese ritual de luto, no de muerte, el olor a incienso, el sonar del teponascle, las veladoras en el piso, y el dolor reflejado entre las asistentes y sobretodo el sonar de la caracola, el homenaje de Gisela Mota fue un grito de justicia, una exigencia al gobierno de Morelos, el reclamo general, “Justicia para Gisela, porque Gisela somos toda/os”.
Fueron muchas veces que sonó la caracola en manos de Martha Solé, en cada sonar se fugaron las lágrimas contenidas, fue un llanto imaginario que se dejó escuchar en este homenaje luctuoso ante la ausencia de la mayoría de diputados, solo se dejaron ver, Julio Espín, Hortencia Figueroa, Norma Alicia Popoca, y un intruso zángano consejero de un elefante blanco de carácter electoral que quiso darnos una absurda semblanza de Gisela.
La presencia de Gisela Mota se sintió, principalmente entre quienes la trataron, Jesica Rivera, Anastasio Solís, Leonardo Arana, y por ahí, Amada Paredones, la regidora Karla Jaramillo, Adriana Mujica, así como reporteros y camarógrafos, el dolor se generalizó mientras las mujeres en su mayoría de negro, sentadas escucharon lo mucho que se extraña a la amiga, la diputada y alcaldesa, mientras el que escribe se lleva en la mente esas dolorosas escenas donde aún suena y se escucha el llanto de la caracola….
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